Mi nombre es Betsabé, tengo 41 años y les comparto esta pequeña experiencia desde México.

Fui diagnosticada con Artritis Reumatoide (AR) en el 2013. En ese entonces yo estaba a punto de cumplir 30 años y claro que fue algo que sacudió mi vida. 

Les puedo compartir que desde el día uno dije que mi mente no iba a ser víctima de mi condición. Y aunque tengo paralizada mi muñeca izquierda, trato de hacer mi vida lo más normal y parecida a lo que era antes de mi diagnóstico, ya que viviendo lejos de mi familia fue difícil rendirme. 

Creo que al igual que muchas personas, busqué métodos alternativos que pudieran ayudar y yo encontré alivio en la Homeopatía. 

A día de hoy estoy en remisión y gracias a ello llevo una vida sin dolor, aunque también me he atendido con especialistas y  reumatólogos y medicamentos como corticoides.

Sé que no es un camino fácil pues emocionalmente nos roba el alma, pero no podemos dejar que esta condición nos robe lo más preciado que tenemos, que es nuestra vida y nuestra alegría por vivir.

Quizá no sea el testimonio de dolor, pero detrás del dolor siempre vienen cosas que son valiosas.

Les mando toda mi buena vibra para pode llevar esta condición a un lugar en donde todo sea transformador y trascendental con esta enfermedad.

¡Vamos que sí se puede!